CARISMA Y ESPIRITUALIDAD DE LOS MISIONEROS DE LA PUREZA TRINITARIA (MPT)
CARISMA: Encarnar con decisión y valentía la bienaventuranza de Jesús: “Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”. Mt 5, 8
ESPIRITUALIDAD: Nuestra espiritualidad se nutre del sermón de la montaña, con las bienaventuranzas, haciendo énfasis en la limpieza de corazón para llegar a Dios. Esa limpieza se logra con una vida entregada al servicio de los hermanos como lo pide Jesús practicando las obras de misericordia y nutrirnos de las virtudes teologales y cardinales.
SANTOS PROTECTORES DE LA COMUNIDAD MHPT
La Santísima Vírgen María
Debe ser la devoción por antonomasia del discípulo de Cristo y por ende de todo Misionero Hijo de la Pureza. María es modelo de pureza y fiel ejemplo a seguir. “El Redentor forma a su Madre a partir de la gracia de la Cruz, erigiendo en ella una imagen de lo que había sido la idea originaria del ser humano: un ser que no quiere usar su espíritu, su alma y su cuerpo para ninguna otra cosa que para ser servidora y vaso de la Palabra de Dios que habita en ella”. María es el modelo de la nueva creación, de quien debemos apoyarnos para ser restaurados en el plan original del Creador. Dicha devoción mariana se expresa con el rezo del santo Rosario diario, jaculatorias, actos de amor, consagración frecuente a su maternal cuidado, el rosario de la pureza y deseos sinceros de imitar sus virtudes cada día. También se promueve la consagración a María, cuidando una buena preparación espiritual, para ser todo de María “Totus Tuus”.
Después de la devoción especialísima a la Madre de Dios, María Santísima y a san José su Esposo; tomamos las enseñanzas y ejemplos de san Antonio Abad, san Juan Pablo II, santa Teresa del Niño Jesús y beata Concepción Cabrera de Armida. Cada uno de ellos aporta elementos para restaurar el corazón mediante la penitencia, el amor a Jesús Eucaristía, la pasión por las misiones y la dignidad del hombre para vivir la pureza integral.Santa Teresa del niño Jesús y de la Santa Faz
Virgen y Doctora de la Iglesia, quien por vida y escritos es modelo de santidad y camino de pureza, nos invita a confiar en Dios y abandonarse a Él siendo como niños, también conocida su espiritualidad como camino de infancia espiritual. Sus padres fueron San Luis Martín y Santa Celia María Guérin, ambos canonizados por el Papa Francisco el 18 de febrero de 2015.
Entró de quince años de edad en el monasterio de las Carmelitas Descalzas de Lisieux, Francia. En pocos años de vida llegó a ser maestra de santidad por su entrega generosa y simplicidad de vida, haciendo extraordinariamente bien, las cosas ordinarias.
San Juan Pablo II
Su pontificado duró más de 26 años, tercero más largo en la historia de la Iglesia, predicador y misionero incansable por todos los continentes, visitando más de 129 países, siendo México uno de los más visitados (5 veces). Un pontificado fecundo que se mantiene en la memoria de generaciones y en los escritos que dejó: 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones Apostólicas, 28 Motu Propios, Cartas, Discursos, homilías, audiencias, etc., es abundante el tesoro para alimentar la espiritualidad de la pureza.En su magisterio tan sólido y abundante, deja una visión de Dios, del mundo y del hombre, como una gran mina con inmensos tesoros para seguir aplicándolos al hombre de todo tiempo. Mucho ayudarán, sobre todo las 129 catequesis sobre el amor humano, llamadas teología del cuerpo, donde expone una antropología teológica partiendo de la Sagrada Escritura donde pretende reflejar los tres momentos de la historia del hombre:
El origen del hombre y su inocencia según el designio de Dios (la pureza original querida por Dios Padre desde la Creación).
El hombre caído por el pecado y redimido por Cristo (camino de purificación y restauración de la pureza en Cristo)
Beata Concepción Cabrera de Armida
Nació en San Luis Potosí, México, el 8 de diciembre de 1862. De niña le gustaba enseñar a leer y catequizar a los más pobres. Contrajo matrimonio con Francisco Armida y de esta unión nacieron 9 hijos, a quienes les dedicó su vida con alegría y especial atención. El ser esposa y madre no la alejó de la vida espiritual. Un día estando en ejercicios espirituales escuchó, claramente y sin dudarlo, una voz que le decía: Tu misión es salvar almas. Todo su anhelo era pertenecer al Señor, tanto que grabó en su pecho el Santísimo nombre de Jesús, así mismo deseaba que todos conocieran al Señor y le permitieran obrar en sus vidas de ahí su oración que hacía con frecuencia: Jesús, salvador de los hombres, sálvalos.
La fuerza de su testimonio consiste en haber escogido, desde la adolescencia, consagrarse al Amor absoluto, a Dios. Elegir a Dios como Amor absoluto significó para ella abrazar su voluntad permanentemente, tanto en la vocación al matrimonio y la vocación a la santidad. Nos encontramos frente a una mujer de fuerte personalidad con dones excepcionales tanto humanos como cristianos, es presentada como un modelo de esposa, madre y discípula del Señor, proyectaba su espiritualidad en el apostolado incansable que realizaba, sin descuidar la vida de oración. Tenía la mente y corazón fijos en el cielo pero los ojos pendientes en las cosas de la tierra. Adoraba, exaltaba la grandeza de Dios pero se ocupaba también de las miserias y necesidades de los hombres.





Comentarios
Publicar un comentario